martes, 16 de abril de 2013

Justicia de género

La escandalosa condena a las hermanas Jara por defenderse de un ataque sexual reabrió el debate por los fallos que revictimizan a las mujeres. Los casos de Marita Verón, María Ovando y Romina Tejerina en cuestión. Y la reforma que viene.
Hubo alegría, pero también bronca. Las hermanas Ailén y Marina Jara salieron en libertad pero fueron condenadas por “lesiones graves”. Detrás del caso de las dos hermanas, de 20 y 21 años, respectivamente, que pasaron más de dos años presas por defenderse de una violación, se abre un debate que recién comienza. Para quienes reivindican los derechos de las mujeres y la igualdad de género, en nuestro país sufrimos de una “Justicia machista y patriarcal”. Pasadas las 23 horas del pasado martes 9 de abril, las hermanas pudieron salir del penal de Los Hornos y respirar el aire de la libertad. Por fin pudieron dormir en su casa, junto a su madre Elena Salinas, que fue quien sostuvo el reclamo durante todo este tiempo, primero en soledad y después acompañada por organizaciones de mujeres, sociales y de derechos humanos. Luego de escuchar la sentencia, Salinas convocó a que las mujeres sigan con la lucha: “Tenemos que aprender con este caso lo que es la violencia de género. Les pido a las mujeres que no se callen ante la violencia”.

“El caso de las hermanas Jara no es el único. Nos encontramos con muchas mujeres presas por ejercer la legítima defensa en situaciones similares. El Poder Judicial tuvo una oportunidad histórica y la perdió: si las absolvían, le daban a la sociedad el mensaje de que en la Argentina las instituciones no son cómplices de la violencia contra las mujeres”, denunció a Veintitrés Romina Amor, integrante de la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres. “Sentimos alegría por la libertad de chicas. Esto sólo se produjo por la presión social que se hizo desde las organizaciones y movimientos de mujeres. Repudiamos la condena que hace la Justicia machista y patriarcal, tienen un pensamiento que no les da voz a las mujeres. Como en el caso de Marita Verón, donde la Justicia no escuchó a las mujeres víctimas de la trata, el de María Ovando –la mujer de Misiones acusada por la muerte de su hija de tres años, que sufría desnutrición– y el de Romina Tejerina en Jujuy (condenada por el asesinato de su bebé, producto de una violación)”, señaló la militante.